Ocultamiento de elementos adosados a fachada.
Concepto de
obra: Ocultamiento de elementos adosados a fachada.
Descripción del
concepto: Ranurado en muros de
mampostería de piedra, de forma manual, empleando cincel y martillo, para
empotrar y/o ocultar elementos adosados a fachada, como pueden ser: medidores
de consumo eléctrico, tubo de acometida eléctrica, mufas, cables, tubos
hidráulicos, sanitarios, de ventilación o desagüe de aires acondicionados,
bajantes hidráulicos o sanitarios, etc. Incluye el resane de la capa de revoco ranurado,
a paño con el paramento, para ocultar y asegurar el elemento.
Se considera
también parte del concepto de obra, la limpieza del área intervenida
(normalmente son las banquetas), el embolsado (como método alternativo y
practico dadas las restricciones de horarios y de empleo de maquinaria pesada o
camiones de volteo, típicos de los Centros Históricos), y el desalojo de los
desperdicios y escombros producto de los trabajos de ranurado, ocultamiento y
resanado de los elementos adosados, a sitio fuera de la obra o donde determine
la autoridad competente.
Se anexa
a continuación una tabla que pretende obrar como una ficha técnica muy
sencilla para su análisis y entendimiento y que busca más que nada, reflejar
el tipo de personal que se puede utilizar, los principales materiales empleados
en el concepto y las herramientas (herramienta menor) usadas en este tipo de
intervenciones, así como algún dato sobre el rendimiento combinado de la
cuadrilla especializada.
Ficha Técnica: Unidad de trabajo: pieza
|
|
Rendimiento combinado |
Personal Operativo: |
Cuadrilla de
trabajo: 1 Maestro Albañil + Peón de albañil |
4 piezas/
jornal |
Materiales: |
Alternativa 1:
Polvo de piedra, agua, cal hidratada en sacos, adhesivo polimérico/elástomericos
para morteros. Alternativa 2:
cal química o morteros base cal, polvo de piedra en sacos y/o sascab, agua
limpia. |
|
Herramienta menor: |
Cinceles
variados, martillo metálico de bola, martillo de uña “safaclavos”, martillo
de filo, flotín de madera con mango u agarradera, cuchara de albañil, pala
cuadrada, cubetas de plástico, picoleta. |
|
Auxiliares: |
Artesa de
madera a base de cimbraplay de 16 mm, reglas de madera, tambores de plástico
o metálicos de 200 litros, andamiaje (marcos banqueteros + crucetas largas de
preferencia), tablones de madera. |
Procedimiento: Con la ayuda de un muy
buen cincel, de largo adecuado y filo mejorado, pudiendo esto hacerse en obra
por medio de la piedra esmeril o “silab”, amén de un buen martillo de bola o
similar (se recomienda el martillo de bola porque habrá secciones de muro que podrá
ranurarse u horadarse con tan sólo golpear con la fuerza suficiente utilizando
la parte esférica del mismo, conocida en obra coloquialmente como bola), de
donde toma su nombre la herramienta citada.
Con el auxilio
de los andamios banqueteros y los tablones, se accesa hasta el elemento a
trabajar y se procede a realizar la ranura de la mampostería en forma vertical, horizontal o
combinada, según sea la característica del elemento a empotrar u ocultar y a la
disposición que este guarde en el paramento, procurando ampliar los suficiente por los costados del mismo, o el
espacio donde se piensa poner el elemento si se tratara de una pieza nueva, ensanchando
lo suficiente el espacio para que el martillo o cincel pueda ser manejado por
detrás del tubo, de tal manera que se forme un asiento lo suficientemente
amplio para remeter el tubo permitiendo que por ejemplo: un medidor de
consumo de corriente, quede “a paño” con el muro ya revocado y por debajo del
nivel del acabado fino o masilla, aunque este es solo uno de los elementos que
necesitan ser remetidos en el macizo para no afear la fachada, así continuando
con el mismo ejemplo, únicamente deberá sobresalir la mufa de la acometida en
la parte superior.
Pero los elementos de instalación
eléctrica, no son los únicos que afectan las fachadas históricas, hoy por hoy
es posible ver que ante el escaso conocimiento en la materia y el casi nulo aprecio
que se tiene por este tipo de edificios históricos, se recurre al lugar común,
a lo más fácil, por la vía del menor esfuerzo para resolver adecuadamente el
suministro de electricidad, telefonía, fibra óptica, internet, aire
acondicionado, voz y datos, elementos de ventilación o de desagüe de la misma
instalación sanitaria, además de
cuestiones de publicidad, toldos, y un
largo etc.; de aditamentos y aparatos que provocan un deterioro visual y físico
de las fachadas históricas.
Es por ello que resulta de vital
importancia saber resolver y manejar con acierto la solución óptima de estas
cuestiones, usando la creatividad y la capacidad técnica de los profesionales y
maestros de obra, contratistas o cualquier persona que trabe relación con este
tipo de edificaciones.
Continuando con
la descripción del procedimiento a emplear, diré que después de terminar la
fase de ranurado o banqueo del asiento del elemento a ocultar, se procederá a
humedecer la mampostería con abundante agua para que bajen los residuos de
polvo e inmediatamente se procede a realizar el resane de la ranura de dos
formas adecuadas o correctas pero una más eficiente que la otra.
La primera alternativa consiste en el empleo
de un mortero contemporáneo y hasta cierto punto tradicional en el entendido
que así se ha hecho por décadas después de que perdimos las ligas empleadas por
los albañiles de la colonia que la heredaron a su vez de la cultura maya y la
fusionaron con el saber de los albañiles ibéricos con fuerte influencia árabe
en su accionar y procedimientos constructivos.
Entonces no está
mal emplear un mortero a base de cal hidratada: polvo de piedra: adhesivo
polimérico/elàstomerico para mortero en proporción 1:6:0.5 donde el adhesivo
polimérico/elàstomerico para mortero va a razón de medio litro por cada saco de
cal hidratada, siendo este mortero el empleado para revoco y resanes y sobre el
cual se especificará en el siguiente concepto.
Pero si queremos desandar el camino y
ser sustentables, ecológicos y amables con el patrimonio, apegarnos a las
reglas de la conservación y preservación de métodos tradicionales o lo más cercano
a ellos en la intervención patrimonial, podemos y debemos optar por el empleo
de un mortero de cal química o mortero base cal de los ya disponibles en el
mercado: polvo de piedra y si se cuenta con sascab mucho que mejor, en
proporción 1:1 para el sellado de la ranura y fijación de los elementos a
ocultar.
Me ha tocado ver
de todo en estos años de intervenir en el patrimonio, e incluso como es la
misma autoridad quien por desconocimiento en la materia, instala faroles,
postes de alumbrado público, semáforos y demás aditamentos, sin el menor
cuidado y apego a las reglas de conservación de Centros Históricos, vaya, hasta
transformadores he visto colocados frente a hermosas y señoriales fachadas
históricas, y la verdad, es una pena, no habla bien del accionar de entidades
que deben recurrir a los profesionales del ramo como los arquitectos e Ingenieros o especialistas en la materia, a fin de
asesorarse para un adecuado manejo de estas intervenciones, que si bien, son
necesarias para la colectividad, no deben afectar a otro elemento del bien
común como lo es el Patrimonio Edificado, que en muchos casos y ciudades de México, son Patrimonio de la Humanidad.
Finalmente se
repella, revoca o resana, el área trabajada hasta el nivel de mampostería o
hasta cubrir el elemento remetido u oculto y se deja así en espera de la o las
capas restantes de revoco, que en este tipo de edificios, puede alcanzar los
4.0 cm o un poco más, dependiendo de los desplomes y del espesor del macizo,
como quiera que fuese, decimos que hasta alcanzar el espesor que llevará el
paramento.
Se debe buscar siempre, una fachada
limpia, que destaque su prestancia y belleza, si existen cables de distintas
instalaciones colgando sin ton ni son, procurar formar atados o torones si cabe
llamarlo de esta manera y acomodarlos sobre las cornisas o parte superior de las
molduras, en los cantos de los enmarcamientos, etc. De tal suerte que se vea lo más acomodado posible y pulcro.
Y en esta etapa
es sumamente importante que la ubicación de los elementos remetidos y ocultos de
ninguna manera y bajo ninguna circunstancia, alteren las características morfológicas
del predio, su intención y estilo arquitectónico y tampoco que deterioren los
ricos y variados elementos ornamentales que visten nuestras fachadas
coloniales, históricas y representativas de nuestra cultura y patrimonio
edificado.