miércoles, 19 de febrero de 2020

Centros Históricos, trámites para intervenir predios contenidos en ellos.


By Magdiel Leopoldo Cen Chab | Febrero. 18, 2020 | Patrimonio

Foto: https://images.app.goo.gl/rooDkKnqS9kBXXqFA
Fachada del INAH Capítulo Yucatán.

En la pasado colaboración para el Blog Contrafuerte, hablábamos de la definición de Centro Histórico y de algunos criterios para intervenirlos, continuando con esa temática y antes de entrar en cuestiones màs técnicas, y cuando digo eso me refiero a que empezaremos a platicar de cómo deben ser los procedimientos adecuados a seguir al momento de intervenir un predio ubicado en algún Centro Histórico o en una Zona de Monumentos protegida.
Digo entonces que antes de ello, debemos tratar el tema de la gestoría de proyecto o los trámites que son necesarios llevar a cabo ante la autoridad correspondiente y no tener problemas con la buena marcha de un proyecto de este tipo, ni contravenir los lineamientos contemplados en la normativa y en los estándares internacionales emitidos para estos tipos de intervención.
Desde luego, cada caso deberá apegarse a la normativa que rige el ámbito: municipal, estatal o federal, en ese orden, yendo de menos a más, según sea el lugar de emplazamiento del sitio o predio a intervenir.
Tomemos como ejemplo para fines prácticos el caso del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), ente que rige o cuida los Monumentos y Zonas Arqueológicas, Artísticos e Históricos
Para intervenir entonces un predio que se encuentre en una Zona de Monumentos Históricos, necesariamente habrá que dar parte a este Instituto siguiendo está metodología o camino trazado.
Primero que nada, se debe proceder a Solicitar la autorización de obra en Monumentos Históricos. Para tal fin deberemos integrar adecuadamente toda la documentación necesaria como sigue:
a. Llenar la solicitud del INAH en el formato adecuado.
b. Adjuntar un juego completo de los planos arquitectónicos que muestren el estado actual del inmueble o predio.
c. Elaborar una Memoria descriptiva de las obras o trabajos a desarrollar con las debidas especificaciones técnicas y constructivas.
d. Anexar los documentos legales que acrediten la propiedad del inmueble.
e. Contar con el trámite de Alineamiento con número oficial que emite la Dirección de Desarrollo Urbano correspondiente.
f. Anexar el documento que acredite la personalidad del representante legal.
g. Elaborar el larguillo fotográfico a color de todos los predios que se encuentren en la misma acera donde se ubica el inmueble y de los lugares donde se realizan los trabajos.
h. Exhibir y tener en los documentos que lo requieran, el registro del Perito Constructor Municipal o cédula profesional del arquitecto responsable de obra.

Si el caso del proyecto fuese diferente a casa habitación, como por ejemplo: Un negocio comercial (Restaurante, café, hotel Boutique, oficinas, etc.). Además de todo lo anterior deberá anexarse la Constancia vigente de zonificación de uso del suelo autorizado por las dependencias municipales, donde se compruebe que el uso pretendido no contraviene la normatividad.
Ahora, en el caso de que los trabajos sean para obra menor en inmuebles colindantes a Monumentos Históricos y en inmuebles que no son Monumento Histórico ni colindan con éstos, pero que se localizan en zonas de Monumentos Históricos o Centros Históricos, la manera de proceder con la gestoría y Tramitologìa es la siguiente:  
a. Llenar la solicitud en formato del INAH.
2. Anexar la Memoria descriptiva de las obras y especificaciones constructivas y técnicas.
3. Exhibir los documentos legales que acrediten la propiedad del inmueble.
g. Elaborar el larguillo fotográfico a color de todos los predios que se encuentren en la misma acera donde se ubica el inmueble y de los lugares donde se realizan los trabajos.

En cuanto a los trámites o gestiones que se deben llevar a cabo ante la Dirección de Desarrollo Urbano de los Ayuntamientos locales o de cada ciudad, se debe consultar la normativa puntual que se debe encontrar en el Reglamento de Construcciones de cada Entidad o Municipio.
En el caso de la Ciudad de Mérida y tomándola como ejemplo tenemos:
Si los trabajos a efectuar son únicamente trabajos de remozamiento y mantenimiento de fachadas históricas:
a. Se deberá elaborar un oficio dirigido al Director de Desarrollo Urbano, en la cual se le informan que tipos de trabajos se van a realizar en el predio, donde se le menciona la utilización de andamios en la vía pública, especificando la ubicación y tiempo de permanencia de los mismos.
b. Se deberá presentar la copia de la licencia del INAH donde ha autorizado los trabajos a realizar (estos deben coincidir estrictamente con los expuestos en el punto a).

Si fuese el caso diferente a casa habitación: Agregar además la copia de licencia del Departamento de Imagen Urbana para Instalación de anuncios, que debe cumplir con las indicaciones y sugerencias en cuanto a tipo de materiales, letras, colores, etc., que no contravengan ni alteren la imagen y el contexto.
Nota importante: Los requisitos en el primer caso ante DDU, son únicamente para realizar trabajos de remozamiento y mantenimiento. Para realizar otro tipo de trabajos que implican modificación de la fachada actual, agregados, demoliciones y demás deberá tramitar una Licencia de Construcción como lo marca el Reglamento de Construcciones vigente.
Esta metodología podrá variar según se trate del estado de la Republica o de la ciudad en cuestión, pero básicamente, la estructura aquí descrita, es la adecuada a seguir y constituye màs que nada una guía de cómo proceder, pues lo que se busca  resaltar, es la importancia de cumplir a carta cabal, con la normatividad como corresponde a verdaderos profesionales.
Un placer compartirles y nos vemos pronto. 
Dirección de Desarrollo Urbano del Municipio de Mérida.

viernes, 7 de febrero de 2020

Centros Históricos, consideraciones técnicas y requisitos de Intervención.


By Magdiel Leopoldo Cen Chab | Febrero. 07, 2020 | Patrimonio

 Foto: Restauración de la fachada del Parque Centenario. / Centro Histórico de Mérida Yucatán.
. Fuente: Archivo personal del Ing. Magdiel Leopoldo Cen Chab. 

Definición de Centro Histórico. (Fuente: Wikipedia)

“Se denomina Centro Histórico al núcleo urbano original de planeamiento y construcción de un área urbana, generalmente el de mayor atracción social, económica, política y cultural, que se caracteriza por contener los bienes vinculados con la historia de una determinada ciudad, a partir de la cultura que le dio origen, y de conformidad en los términos de la declaratoria respectiva o por determinación de la ley.
Así mismo el Centro Histórico es base fundamental del movimiento económico no solo de la ciudad sino también del país, ya que en el mismo existen zonas determinadas al comercio de diversas y variadas mercancías, en donde los pequeños comerciantes tanto de la ciudad como del interior de la república se abastecen de todo aquello que les es necesario para el desarrollo de sus actividades, esto hace que en dichas zonas el movimiento de dinero se haga en cantidades verdaderamente importantes, pero no solamente lo es en cuanto a la economía, pues estos barrios o zonas también se convierten en una atracción social y cultural, ya que dichos comercios que distribuyen mercancía al por mayor, se encuentran ubicados en bellos y antiguos edificios, que siguen conservando sus vínculos con la historia, así mismo se convierten en una manera fácil de acceder a aquellas mercancías que le son necesarias al pequeño comerciante, pues existen calles determinadas para los que se dedican a las ventas de papelería otras más para los que se dedican a la venta de telas, o los que buscan artículos de jarcería, en fin, estas zonas en el Centro Histórico hacen de las ciudades un atractivo para el visitante, para el ciudadano y para el comerciante, o para todos aquellos que desean conocer las entrañas de una ciudad que aunque cosmopolita conserva su belleza, su historia y su cultura”.
Cabe entonces mencionar que en lo que compete la Republica Mexicana, tenemos 32 estados y técnicamente hablando cada uno de ellos debe contar con su Centro Histórico, de estos algunos están catalogados como Patrimonio de la Humanidad, como el caso del Centro Histórico de la Ciudad de México, que logro este nombramiento en el año de 1987, y entre sus edificios mas emblemáticos se encuentran : El Templo Mayor, La Catedral Metropolitana más grande de América, Palacio Nacional, el de Bellas artes, y un largo etcétera.
El Centro Histórico de Morelia que logró el Nombramiento el año de 1999, donde se destacan la arquitectura barroca, renacentista y neoclásica en sus variados y bellos edificios, cabe mencionar como dato interesante que este Centro Histórico en particular no cuenta con un zócalo o Plaza Mayor como si lo suelen tener la gran mayoría de ellos.
Y por último, porque no acabaríamos, dada la gran riqueza cultural y de Patrimonio Edificado de nuestro País, el Centro Histórico de Oaxaca, que también fue reconocido como Patrimonio de la Humanidad en el año de 1987, lo mencionamos al final de este apartado porque se destaca como ejemplo del gran urbanismo colonial Español por su traza y conformación, algunos de sus edificios más emblemáticos son: El Convento de Santo Domingo, Su Catedral, La Iglesia de los Jesuitas, etc.
Quisiera entonces destacar en esta ocasión retomando la temática del Patrimonio y sus  intereses, a la Zona de Monumentos Históricos de la ciudad de Mérida, que resulta ser la Segunda màs grande de toda la Republica Mexicana, solo después del Centro Histórico de la Gran Ciudad de México, el que a todas luces, es el màs grande de la Republica.
Su conformación y registro nace del Decreto Federal del 18 de octubre de 1982, estando conformado por dos perímetros (A y B), extendiéndose de forma irregular: al norte de la Ciudad, hasta la colonia Itzimná, al oriente hacia la colonia Chuminópolis, al poniente con el Parque de La Paz y al sur hasta 4 cuadras por detrás de la Ermita de Santa Isabel.
Toda esta zona consta de aproximadamente 3,906 predios y ocupa una superficie aproximada de 8.795 Km2 que se distribuyen en un total de 659 manzanas. A esto es lo que en Mérida nos referimos como Centro Histórico, un lugar para cuidar, preservar, disfrutar y difundir.
En estas 3906 edificaciones se encuentran elementos desarrollados entre el siglo XVI hasta nuestros días. Y no es posible aplicarles criterios de intervención convencionales, pues su naturaleza, antigüedad y sistemas constructivos originales, no lo permiten, en cambio hacen necesario implementar procedimientos muy diferentes a los que tiene validez para las construcciones que desarrollamos hoy en día, correspondiendo al Instituto Nacional de Antropología e Historia  (INAH) aplicar la normativa federal y a la Dirección de Desarrollo Urbano del Ayuntamiento de Mérida, la normativa municipal.
Es por ello que a lo largo de casi 24 años de labor en trabajos de preservación y conservación del Patrimonio, nos hemos avocado a la tares de implementar algunas CONSIDERACIONES TECNICAS, pues es necesario al estar desarrollando trabajos de rescate o algún otro tipo de intervención en edificios históricos, tener especial cuidado con cada uno de los detalles que implica una obra de tales magnitudes, como es el manejo y aplicación adecuada de materiales en cuanto a los acabados, las pinturas en tonos adecuados, el registro y reproducción de los demás elementos que conforman una obra de este tipo, conforme los lineamientos establecidos por el INAH, Institución que le da seguimiento y asesoramiento a dichos trabajos.
Además es absolutamente necesario que el personal destinado u avocado a estas labores, aprenda a elaborar moldes para tarrajas, construir y elaborar molduras y elementos ornamentales de todo tipo y de cualquier grado de complejidad, a manejar las mezclas con aditivos sustitutos de cemento gris, ya que éste no está permitido por el INAH, o en su caso el manejo de materiales actuales o contemporáneos, pero benignos, de los que ya nos ocupamos en colaboraciones anteriores y por ello quisimos primero tratar esa temática, para un mejor entendimiento del porque de su utilización. El personal también debe aprender a reincorporar o aplicar acabados sin utilizar “hilos”, para el caso de las construcciones características de la época de la colonia. Así mismo y de acuerdo a los avances actuales en materia de restauración, aunque su costo es mayor, la relación costo/beneficio de emplear cal química es mucho más apegado a los parámetros de la restauración en predios coloniales y mucho màs benéfico en términos de intervención patrimonial apegada a altos estándares internacionales.
Las acciones que deben llevarse a cabo, variaran según el estado y la época (datación) del predio, y van desde el simple retiro de elementos adosados, como marquesinas y vitrinas; el retiro de texturas no adecuadas y agresivas y el rescate de los elementos ornamentales originales, hasta la construcción de una fachada más acorde al contexto, en el caso de los edificios nuevos; es decir, las acciones siempre irán encaminadas a devolverle al edificio, dentro de lo posible, su unidad edilicia y su imagen original.
Para intervenir un predio dentro de los Centros Históricos se debe de cubrir con un conjunto de requisitos muy particulares que permitirán por medio de su cumplimiento la conservación del Patrimonio de esta parte tan importante de una Ciudad. Así, como buenos profesionales, deberemos solicitar siempre los permisos correspondientes ante el INAH y la Dirección de Desarrollo Urbano del Estado en cuestión. Éstos se otorgan después de una revisión en la cual se señala al propietario y a sus representantes o responsables de obra, las restricciones y características formales y técnicas a las que se debe de apegar al momento de desarrollar su proyecto. Feliz inicio de año y continuaremos en otra ocasión.

Foto: Esquina del “Monifato” Centro Histórico de Mérida, Yucatán.
Fuente: Archivo personal del Ing. Magdiel Leopoldo Cen Chab.

sábado, 28 de diciembre de 2019

Materiales empleados en Patrimonio edificado: Cal Química: Época actual.

By Magdiel Leopoldo Cen Chab | Diciembre. 28, 2019 | Patrimonio


Foto: Revoltura empleando cal química, proporción 1:1.
Fuente: Archivo personal del Ing. Magdiel Leopoldo Cen Chab / Trabajos de Restauración de la fachada del Parque Centenario, Mérida, Yucatán.

Termina el año 2019 y cerramos también un ciclo en cuanto a la temática de los materiales empleados en la construcción, restauración y/o intervención en Patrimonio Edificado, el propósito es educar y difundir, contribuir y orientar a los profesionales del ramo con cierto tiempo de experiencia profesional y a los nuevos valores que surgen y se forjan en las aulas de las distintas Instituciones universitarias, a todo lo ancho y largo del país, que se respetan y respetan el Patrimonio y que incorporan en sus programas tanto en los campos de la Arquitectura, como de la Ingeniería Civil, el apartado de Restauración y/o Conservación Patrimonio.
Se considera también a toda esa gente valiosa, de formación técnica o empírica, pero con una vasta experiencia en el medio, que si bien, no tuvo la oportunidad de formarse en aulas, pose el valioso activo de la experiencia, llámense:  contratistas, maestros de obra, maestros albañiles, etc.
Los tiempos actuales son cambiantes y el desarrollo tecnológico avasallador, y no lo es menos en el campo de la construcción, ante la imposibilidad y poca practicidad para reproducir los procesos de obtención de materiales que datan de la época prehispánica y de la colonia, tenemos que adoptar los procesos industriales actuales que dan a luz materiales generosos muy apegados a los originales, como el caso de la conocida como: Cal Química.
En esta séptima colaboración para el Blog Contrafuerte, hablaremos de un material actual, la cal química, siendo esta una variante de las conocidas como cales comunes hidratadas bajo procesos industriales, en forma de polvo sólido y seco, surge de esa manera y su presentación para comercialización resulta a través de empaques de papel o sacos de 25 Kg. Para luego ir desarrollándose y adquiriendo mayor empleo y variar la forma en que es comercializada hoy día, puede ser denominada sin problema alguno como hidróxido de calcio o  hidrato de calcio.
Es la de mayor concentración de Ca(OH)2 (hidróxido de calcio), fue creada originalmente para la elaboración de aditivos para lubricantes, en la desulfurización de gases, elaboración de textiles, pieles sintéticas, y otros procesos de la industria química. La cal química jamás se utilizó para la construcción de Monumentos Históricos debido a que no existía en la época prehispánica ni colonial, es un producto de nuestra época y resulta interesante como sus prestaciones ahora son magnificas para los restauradores o constructores avocados a tareas de rescate y preservación del patrimonio edificado.
Es un material magnifico para restitución, sustitución, incorporación de aplanados, especialmente la capa conocida como zarpeo, repello, revoco, revoque, etc. que en el tipo de construcción que nos atañe, puede alcanzar espesores entre los 4.0 a 7.0 cms. Dependiendo esto último de la verticalidad de los paramentos o los desplomes de los mismos, en su época original se incorporaban sin hilos ni plomos, y se rectificaba mediante el entrañado con piedras lasgas o cuñas, lo que explica esta circunstancia.
Normalmente esta capa de aplanado va acompañada en su superficie o aplanado final de un material que no es otra cosa más que cal apagada con agua típicamente en artesas tradicionales para mantenerlas en forma de pasta de cal, siendo necesario dejar un espejo de agua, misma que se utiliza para su apagado, y que es magnífica para el acabado bruñido al canto de la cuchara de albañil o llana de albañil, resultando en una textura fina y tersa, muy diferente al acabado actual que deja una superficie porosa y de grano expuesto, como lo es la aplicación de la esponja  o hule. A esta capa se le llama: estuco, masilla o bruñido.
Existen muchos tipos de cales, la cal es un material generoso por excelencia, magnifico, empleado en muchos campos, algunos insospechados, largo seria hablar de cada uno de ellos, por eso nos avocamos únicamente a lo que compete a nuestro ramo.
Es de tal belleza y finura que en muchas culturas, sobre todo la árabe, se desarrolló una técnica ornamental arquitectónica en la cual es posible trazar dibujos o formas complicadas o de gran belleza sobre un enlucido de cal o acabado final de muros, en el que es posible colocar dos o más capas o lienzos y colores superpuestos, retirando partes de la capa superficial y dejando al descubierto la inferior logrando formas estéticas y combinaciones muy bellas.
Hoy por hoy, con el empleo de la cal química, es posible reproducir estos procedimientos de esgrafiados y también los frescos que son una técnica artística milenaria para pintar en húmedo con pigmentos naturales sobre la capa final de un revestimiento. Al ocurrir el proceso de carbonatación de la Cal, con el cambio químico, se fijan los colores los cuales se integran con la Cal al muro y se convierten en parte integrante de éste, dando como resultado una pintura mural de duración indefinida, prácticamente permanente, así lo atestiguan por ejemplo: los frescos de Bonampak en nuestro país.
Tan es así que existen frescos en el resto del mundo con más de 32 siglos de antigüedad. Gracias a este material moderno, esta técnica mantiene su vigencia para decorar interiores y exteriores, por su gran durabilidad y por el mínimo mantenimiento que requiere.
No hablaremos de marcas, pero existe en el mercado, en diferentes presentaciones, en sacos, en botes o cubetas, en tambores, en pasta, etc. Incluso, ya se puede conseguir pintura a la cal perfectamente envasada y preparada con altos estándares de calidad.
El caso es aplicarse y estar dispuesto a tomar un material superior y utilizarlo de manera adecuada, el costo puede ser superior al empleo por ejemplo de un mortero base cal hidratada, pero su costo beneficio es altamente superior en todos los aspectos.
Retomando viejas técnicas, es posible incluso hoy día, utilizar impermeabilizantes en forma de pasta de cal con al menos 24 meses de añejamiento a la cual se le agrega agua limpia, alumbre, jabón en escama y otros aditivos naturales, que por su fluidez se integra totalmente a la superficie cubriendo grietas y oquedades. Posee un coeficiente de dilatación que es compatible con los elementos originales de las cubiertas históricas; los cuales al ser elementos dinámicos no deben ser tratados bajo ninguna circunstancia con materiales acrílicos o sintéticos contemporáneos, pues resultan sumamente perjudiciales para este tipo de cubiertas.
La cal química ha llegado para quedarse, sus beneficios y aportes son numerosos, la virtud de su empleo es amplia y deseable en este ramo y en la formación de profesionales que se precien de serlo, que se respeten a sí mismos, al patrimonio y a los avances de la técnica.
De esta manera y con este análisis breve, terminamos de analizar los materiales más empleados en la edificación patrimonial. Que el 2020 traiga nuevas cosas, mejores y más valiosas y que el deseo de formarse, informarse y actuar en consecuencia, sea más firme y más fuerte. Mis mejores deseos para todos, hasta pronto.  .


Foto: Archivo personal del Ing. Magdiel Leopoldo Cen Chab / Empleo de pasta de cal química. / Restauración del Arco del Puente, Mérida, Yucatán.

Materiales empleados en Patrimonio edificado: Cal Viva.


By Magdiel Leopoldo Cen Chab | Octubre. 30, 2019 | Patrimonio


Foto: Cal química en artesa.
Fuente: Archivo personal del Ing. Magdiel Leopoldo Cen Chab / Trabajos de Restauración del Arco del Puente, Mérida, Yucatán.

En el apartado de Patrimonio del Blog Contrafuerte, nos hemos avocado a la tarea de difundir basándonos en la experiencia de màs de dos décadas inmersos en el tema, las maneras adecuadas para intervenir en proyectos o trabajos relacionados con esta área de la Arquitectura e Ingeniería Civil, ha llegado el momento de hablar de la reina de los materiales empleados en el ámbito de la restauración patrimonial, a todo lo ancho y largo de la Republica Mexicana y en las diversas culturas y regiones prehispánicas que la conforman. Se trata de la Cal Viva.
Constituye la cal viva el material aglutinante presente en los morteros y argamasas que se emplearon en las construcciones mayas y que fueron heredadas por los constructores mestizos de la Colonia. Aquí es importante mencionar que su utilización se refiere a la parte posterior al proceso de apagado, significando esto último que al incorporar agua a la cal viva se obtiene pasta de cal. La manera de obtenerla nos refiere necesariamente a la piedra caliza o calcárea, material que previamente hemos analizado, pues se toma está cortándola directamente de la cantera por expertos canteros o recolectándola en boles o tamaños adecuados de entre 20 0 30 cms de diámetro y se transforma en cal viva sometiéndola a un proceso de calcinación a elevadas temperaturas en caleras que podían ser de tres tipos: a cielo abierto, excavadas (fosos) u hornos de piedra u arcilla.
Thompson describe la forma de hacerlo de la siguiente manera: Primero dice, se colocaban capas sucesivas de  maderas duras cortadas a la medida adecuada formando un círculo y en posición radial, que diesen la idea de una gran rueda con rayos muy juntos, capa tras capa hasta alcanzar unos dos metros de altura, para luego colocar una capa de piedras calizas fragmentadas o rotas a medidas adecuadas colocándolas al centro y en todo el perímetro; luego se encendían los hornos desde el centro del círculo, se dejaba consumir el fuego y se dejaba apagar la cal por la acción de las lluvias o la humedad de las noches. Aquí cabe mencionar que en mi experiencia con la cal viva, en el proceso de apagado en tambores metálicos de 200 litros, existe un abundamiento en alto porcentaje, por lo que si no se tiene el cuidado de prever esto, de un día para otro, el contenido de un tambor, puede llegar a duplicarse o triplicarse derramándose en el área circundante, por lo que se debe tener a la mano suficientes tambos e ir dividiendo el material para no tener perdidas. Asimismo debo mencionar que el proceso de apagado de la cal viva puede tomar un tiempo considerable en términos de programación de obra, pues mientras más hidratada este la cal mejor será su funcionamiento estructural o mecánico en concretos o morteros sucesivamente.
Citando al Maestro en Arquitectura Román Kalisch, el dice que: “La palabra maya para horno de cal o calera es “chuhkab”; el producto final de este proceso era la obtención de cal apagada o “tupán”, la cual se podía llamar genéricamente como cal o “k´ulta´an”. La persona encargada de hacer la cal era el “ah tooc chucab” y una vez apagada ésta, procedía a preparar la mezcla revolviéndola con un madero o babchee.
Este maravilloso material ya apagado, fue utilizado por los mayas en la fabricación de morteros para las mamposterías y los acabados de pisos, muros y bóvedas. El procedimiento de bruñir el encalado e ir cerrando las hendiduras del muro se denomina “tzutz yultah”. Los pisos encalados y bruñidos o “bitun” se hacían sobre los rellenos de las plataformas y edificios con espesores variables”.
Los mayas que fueron un pueblo muy grande y sabio, manejaron con experiencia el material llevando su uso a niveles sublimes como podemos atestiguar hoy día en los frescos de Bonampak por ejemplo, donde se practicó la pintura mural.
Este conocimiento heredado por los albañiles mestizos en la época colonial, fue la empleada para la construcción de los centros históricos de nuestras ciudades y que hoy día asombran a propios y extraños.
Entonces es válido resaltar que la pasta de cal viva terminado el proceso de apagado constituye uno de los logros tecnológicos más importantes y característicos de la civilización maya.
Se han hecho estudios del material, de los morteros, mezclas y concretos mayas empleando microscopios electrónicos de barrido (MEB), con una amplificación 250X, y ha sido posible observar como está conformado el conglomerado de cal identificando tres materiales: las pequeñas partículas romboidales, que fueron identificadas como arenas calcíticas de sascab, la matriz de cal, y una sustancia orgánica que aparece en color negro y que impregna la cal ( carbón vegetal), lo cual confirma la descripción de la manera de obtenerla en hornos rústicos empleando maderos para calcinar.
A partir de la información proveniente de fuentes del siglo XVI, trabajos de etnohistoria y estudios en el laboratorio, podemos suponer que los técnicos mayas preparaban la mezcla de cal viva y arenas calcíticas (sascab), material que analizamos en la anterior contribución y que equiparamos a nuestro actual polvo de piedra,  en seco, lo que permitía una mejor distribución de los sólidos inertes en la mezcla. Esto tiene sentido pues actualmente así es como se hace la “revoltura” de la cal hidratada con el polvo de piedra.
La palabra sascab hace referencia en maya yucateco a este fenómeno: “tierra blanca o tierra con que se fabrica la cal”. Posteriormente, el polvo de cal y sascab era mezclado con el agua de sancocho en la que ya se había remojado la corteza de alguno de los árboles y que le proporciona a la mezcla excelentes prestaciones constructivas y de trabajabilidad.
Edwin Littmann (1960) señala que los mucílagos extraídos de la corteza de chucúm (Pithecolobium albicans), chacté (Caesalpina platylba), chacah (Bursera simaruba) y jabín o habín (Pescidia communis) eran utilizados en Yucatán en los años sesenta del siglo XX, para ser mezclados con la cal y mejorar sus propiedades de plasticidad y fraguado.
El autor realizó experimentos con las sustancias gomosas y concluyó que solamente el chucúm tiene resultados positivos al trabajar con la cal y cabe decir que el Chucúm ahora está muy en boga y de moda entre los constructores y restauradores de edificios históricos y ha trascendido al ámbito de la construcción contemporánea sobre todo en lo que se refiere a piscinas y albercas, por su gran prestancia y belleza.
Piero Baglioni y otros han comprobado que la goma que genera la corteza se activa al contacto con el líquido altamente alcalino de la cal y hace posible una cristalización ordenada y en escala de nano-cristales, lo que resulta en un cementante altamente plástico con buenas propiedades de fraguado y muy resistente.
En anteriores colaboraciones hemos mencionado que esas gomas en realidad son mucilagos muy benéficos y que a ellos se debe en gran parte la durabilidad y temporalidad proverbial de los morteros base cal que conforman nuestros edificios prehispánicos y coloniales.
Mucho más hay que decir de la cal viva, y aun no tocamos el tema de la cal química tan en boga hoy día, pero por cuestión de tiempo y espacio, eso será hasta una próxima ocasión.

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